Entrevista a Duilio Pierri (Arte)


Entrevista con Duilio Pierri, talentoso artista plástico argentino que inaugura su muestra “Ulmen. El imperio de las Pampas”, el próximo jueves 15 de diciembre de 2011 en el Centro Cultural Recoleta. 

1.- ¿Cómo fue tu infancia?

Fue particular porque mi abuelo pintaba y escribía, mis papás pintaban y el grupo de amigos de mis padres eran compositores, actores, poetas. A la vez me crié en un barrio, Villa del Parque. Yo estudiaba piano e iba a la escuela del estado. A la vez tenía un taller de pintura en mi casa y cuando tenía ganas pintaba. También venían seguido los amigos de mis padres a casa y yo escuchaba muchas conversaciones sobre arte y estética.

2.- ¿Cómo descubriste tu vocación de artista plástico? 

Era algo que hacía, estaba en tercer año del secundario e ingresé a Bellas Artes donde se podía entrar con tercer año, era un secundario especializado.  Además paralelamente estudiaba música en el conservatorio “Manuel de Falla”, estudiaba oboe y tenía una profesora particular de piano. Iba llevando esas dos cosas paralelas. Terminé mis estudios secundarios y decidí estudiar música y pintura.

3.- ¿Quiénes fueron tus maestros?

Primero mi casa, donde estaban mis padres y mi abuelo que pintaban. Pero antes que nada soy autodidacta, porque cuando entre a Bellas Artes yo ya estaba estimulado en casa. En el año 75 gané una beca para irme a Francia, cuando ya estaba afuera de la escuela pero tenía una producción, estuve en la escuela de Bellas Artes de Paris, pero no concurrí mucho porque hice viajes por Europa visitando Italia, Holanda, Bélgica e Inglaterra. Cuando volví ingrese a la Escuela Superior de Bellas Artes, dando un examen con modelo en vivo, un dibujo con carbonilla del modelo en tamaño natural, una naturaleza muerta y un retrato. Ahí estuve con Kenneth Kemble. Yo creo que en el arte también tenés los maestros que vos elegís de la historia, que se va edificando con las generaciones,  son esos que se van agregando, siempre hay algo para descubrir. De los antiguos están Van Gogh, Rubens, Miguel Ángel y ahora viajando por Argentina he agregado anónimos como las pinturas de Cerro Colorado en Córdoba, las esculturas de La Aguada. También para mí es referencial la literatura, yo siento la literatura y la pintura como el mismo arte, especialmente la poesía que los dos trabajamos con imágenes. Siento que la literatura proviene de las artes plásticas, es como la recirculación. También me interesa la historia.

4.- Contános sobre tu viaje a Nueva York …

En mi viaje a Paris me desilusioné, me pareció que se dedicaban al pasado y que nosotros los americanos estamos construyendo un nuevo mundo. Antes  de la beca a Francia había hecho un viaje desde Buenos Aires, hasta Santa Marta en Colombia, por tierra a dedo y volví por Brasil. Me pareció un mundo fascinante, gente súper interesante, también esta el pasado, pero es un pasado destruido  y valioso, y yo nací en América y no me sentí afín en Europa, salvo en Venecia porque es de mar y tengo ancestros que vienen de ahí. En Europa entré en contacto con artistas más grande que yo que me recomendaron ir a Estados Unidos. Volví a Argentina a fines de 1975, sabía lo que estaba pasando, el avance de la represión bestial, pero se me acabó la beca y decidí encerrarme en Buenos Aires.  Era consciente que había peligro, porque además tenía familia que había emigrado por cuestiones políticas. Sufrí esos años y sentí que fue una experiencia comparable a haber estado en una guerra. Hay dos situaciones que las tengo en pesadilla que son la guerra y la cárcel. En Estados Unidos me fue bien, me sentí más en mi casa, el cielo, la tierra y estar en ese momento en la primera potencia mundial para una persona que le interesa la historia, como a mí, es muy interesante. Coincidió con la llegada de la democracia que me invitaron a una muestra en Argentina y el reencuentro con Buenos Aires me gustó mucho y tuve  un tiempo es que vivía mitad del tiempo acá y mitad allá, hasta que me quedé en Argentina. 

5.- ¿Tenés una rutina de trabajo? 

No tengo una rutina, trato de que sea la mayor parte del tiempo posible, por ejemplo ahora estoy con la muestra que se inaugura el jueves 15 de diciembre en el Centro Cultural Recoleta y estoy esperando que se inaugure la muestra para volver a pintar. 

 6.- ¿Cómo empezás una obra?

Tengo etapas, la primera es aquella en la que me autodiscipliné para el color, después tengo una etapa que empezó cuando volví de Europa, que hay insectos en mis obras y que coincide con 1976, que estaba adentro de mi casa y que produje mucho. Cuando viajé a Estados Unidos, cambié eso por moscas e insectos gigantes que están en medio de ciudades, eso se basaba en unos comics que yo realizaba. En Estados Unidos entré en el mundo latino de la literatura romana, empiezo a ver la idea única de un Dios, la idea de una unidad que nos gobierna y hay que eliminar a los que piensan diferente, entonces ví que había otro mundo que fue suprimido. Sentí una revelación, de algo que sentía le encontré la explicación y eso está ligado con la muestra de Recoleta, empecé a revisar, como ahora está de moda, la historia indígena. Tuve varias etapas de pintar en base a temas, es decir, la obra la empiezo como una totalidad de obras donde hay pequeñas fracciones, pinté por ejemplo el mito de Narciso,el matadero de Esteban Echeverria,  sonetos de Miguel Angel, El mayorazgo de Basterretxe. Después tomé una decisión audaz que fue dedicarme al paisaje. Desafié las reglas establecidas del arte contemporáneo donde se decía que ya no se hacían paisajes. La crítica se vio ofendida por mi decisión y la primer muestra fue muy castigada por la crítica y muy bien recibida por los consumidores de arte y el  público. La segunda fue en el Centro Cultural Recoleta en 1998, y ya tuvo las dos cosas. Es una etapa larga la de los paisajes. Lo tomé como un desafío y después lo tomé como una búsqueda de la identidad. Al tiempo participé en una muestra colectiva en la ciudad de Azul, donde había relatos sobre la participación en el gobierno de Rosas del Cacique Catriel. Ahí vislumbre que en la historia había algo que estaba oculto, me pregunté porqué un cacique que me habían enseñado que andaban medio desnudos y comían carne cruda, vivía en un palacio, andaba en un carruaje y organizaba bailes. Entonces de vuelta a Azul visite familiares de Catriel y vi que pasaba en el lugar, hice un cuadro que se llama “Reflejos”, un bosque azul y se ven reflejados personajes en el agua. El curador de la muestra me invitó para hacer una muestra individual de mis paisajes y yo le dije que iba a pintar el genocidio en el sur.  Empecé a leer a historia del siglo diecinueve argentino, pero no leí los libros de historia de los historiadores de la UBA, sino que fui a las fuentes, leí a Menrado Hux, que era un cura que creó el convento de Los Toldos en la Provincia de Buenos Aires. Él era suizo y cura, así que tenía una visión ecuánime y él planteó que hubo un genocidio. Estuve un año y medio leyendo y en un momento paré de leer y empecé a pintar. Tome los hechos que me interesaban y la muestra se llama “Ulmen. El imperio de las Pampas”. Ulmen es un guerero sagrado que además era rico y poderoso, tenía curtiembres y era socio de Rosas.


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