Esperando a Godot (Teatro)


FUNCIONES: Miércoles a las 20.30hs
TEATRO EL TINGLADO: Mario Bravo 948
DURACIÓN 90 MINUTOS
ENTRADAS: $150  Estudiantes y Jubilados: $100

Ficha artístico técnica
Autor: SAMUEL BECKETT
Traducción y Adaptación: RUBÉN PIRES Y HUGO HALBRICH
Actores: GERARDO BAAMONDE, CARLOS LIPSIC, EDUARDO LAMOGLIA,
HECTOR DÍAZ, SEBASTIAN MOURIÑO.
Vestuario: MECHA URÍA
Escenografía: URÍA-MOURIÑO-LIPSIC
Asistencia de Dirección: DAII ÁLVAREZ-SEBASTIAN MOURIÑO
Prensa: SIMKIN FRANCO

Duración: 90 minutos

“Consumirse en una tierra imposible bajo un cielo indiferente. Yo no sé mas sobre Esperando a Godot que aquel que la lee con atención.”  Samuel Beckett

¿Por qué esta nueva traducción y adaptación?
El universo que me proponía Samuel Beckett en Esperando a Godot me convocó a ponerlo en escena. Al leer la versión de la Editorial Tusquets de Ana María Moix una y otra vez sentí la necesidad de recurrir a la obra en su lengua original ya que varios pasajes y el espíritu del material, no vibraban en consecuencia con las situaciones que planteaba dramáticamente. Al traducir las primeras páginas con Hugo Halbrich coincidimos en que los personajes decían algo parecido, pero no coincidía con el nivel de lenguaje que los personajes utilizaban. En ese ínterin, con unas treinta páginas de la obra traducidas, concurro a una clase magistral que da Sánchez Sinisterra (traductor y director de varias obras de Samuel Beckett) en el IUNA de Artes Dramáticas (hoy UNA) y al conversar con él sobre la traducción antes mencionada, coincidió con nuestra apreciación sobre los niveles de lenguaje que manejaba la obra y que lo había corroborado con un actor francés con el cual había realizado una puesta de Godot. Nos terminó de confirmar el camino que habíamos tomado. Finalizamos toda la traducción y adaptación de la obra y pedimos su autorización a los representantes legales de S. Beckett en Francia, quienes nos  la otorgaron y fue validada por Argentores para su representación en nuestro medio.
Detalle de la propuesta artística
Ante el cambio de paradigmas que nos acarrea la posmodernidad (si es que podemos llamar de alguna forma a los tiempos que corren) el universo dramático de Beckett se despliega estéril, seco, polvoriento, burlón y brutalmente irónico sobre nuestra forma de transitar la existencia.
En esta pieza Beckett comienza a producir su teatro a partir de la erosión del lenguaje y búsqueda de la desecación del mismo. Su poética es una poética de la sustracción.
La propuesta artística es representar las situaciones dramáticas desde un optimismo del fracaso. Generar una reflexión conjunta con el espectador. Provocar desde la puesta en escena un aquí y ahora, donde el ámbito de la conversación sea el campo de batalla en el cual, a partir de la acción de los personajes, se genera un nuevo sentido. Peter Brook enuncia que el teatro se construye a partir del espacio que existe entre una palabra y la otra.  En los ensayos de este material se me cruza constantemente esa imagen. El desafío entonces consistió en el cómo encarar esa estructura teatral que nos plantea Beckett, donde los personajes no tienen pasado, ni memoria fehaciente de lo que realizaron, ni existe la peripecia aristotélica. En esta puesta en escena se busca ahondar en la lingüística pragmática, y que sea más importante que lo que se dice, lo que los personajes están haciendo cuando lo dicen.

Todo análisis que encaramos terminó en la conclusión de que este material es teatro en estado puro. Donde el sentido se produce en el mágico espacio de la representación. Es inútil pretender que las palabras hablen sometiéndolas a tortuosas operaciones de análisis o estadística, o reducirlas a modelos preconcebidos para los que no fueron pensadas, como los de la lingüística, el psicoanálisis o la semiótica, es decir pretender que las palabras funcionen y no hablen, puede ser válido en el campo de la literatura que fue forjada bajo los mismos supuestos teóricos. Llegamos a la conclusión de que estamos ante un autor que desconfía de lo que las palabras tienen por decir como denotadoras de la realidad y nos propone otras vías para develar lo que está detrás de ellas, y nos propusimos responder a la invitación con un procedimiento semejante: poner en escena al material desde lo enigmático y profundo de un lenguaje entrecruzado con él mismo y con el mundo, y que solo da indicios de sus secretos.

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