CONFIDENCIAS DIPLOMÁTICAS (Libros)
CONFIDENCIAS DIPLOMÁTICAS
Carlos Ortiz de Rozas
El lado menos conocido de la labor de un embajador en un libro lleno de anécdotas y relatos curiosos que involucran a personajes como JFK, Arturo Frondizi, Juan Pablo II y Bill Clinton.
A ojos del ciudadano “común”, el mundo de la diplomacia es ajeno, reservado; un universo envuelto en un halo misterioso. El embajador argentino Carlos Ortiz de Rozas, diplomático de intensa y destacada trayectoria, devela en estas memorias cuánto de cierto, y de equivocado, hay en esa visión tan extendida.
Estas Confidencias diplomáticas son un relato plagado de testimonios que involucran a personalidades centrales, como las conversaciones —algunas nunca antes reveladas— entre el presidente Arturo Frondizi y su par estadounidense John Fitzgerald Kennedy, o con el primer ministro indio Jawaharlal Nehru; los encuentros de Raúl Alfonsín con François Mitterrand y con George Bush, y los diálogos de Carlos Menem con Bill Clinton y el propio Bush. A Ortiz de Rozas le tocó intervenir en instancias decisivas para la estabilidad internacional, como la guerra entre la India y Pakistán, la búsqueda de consenso del Documento Final para el Desarme, las disidencias con Brasil por el aprovechamiento del río Paraná o las resoluciones que condujeron a la independencia de Namibia. También desempeñó un papel importante en un largo proceso de negociaciones que trágica disputa con Inglaterra sobre la soberanía de las islas Malvinas.
Este libro reconstruye, a partir de la vida cotidiana de un diplomático de carrera, una gran parte de la historia de los últimos años. Anécdotas y relatos, muchas veces divertidos y curiosos, tienen como escenario a Grecia, Austria, Francia, Estados Unidos, Egipto, Bulgaria y Gran Bretaña, descubriendo el lado menos conocido de la labor de un embajador.
Carlos Ortiz de Rozas (Buenos Aires, 1926) es abogado y egresado de la Escuela de Diplomacia del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. En 1948 ingresó al Servicio Exterior de la Nación como agregado y vicecónsul, hasta alcanzar la categoría de embajador en 1967. A lo largo de su carrera diplomática, representó a la Argentina en las sedes de Bulgaria, Grecia, Naciones Unidas, Estados Unidos, Francia, Egipto y Gran Bretaña. Se ha destacado como presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (1971-1972) y como presidente del Comité de Desarme en Ginebra, en 1979. Entre 1982 y 1983 fue jefe de la Misión Especial para las negociaciones con Chile sobre el diferendo austral, bajo la mediación del papa Juan Pablo II, e integró el Bureau de la Academie Diplomatique Internationale entre 1984 y 1989. Por su labor diplomática, ha sido condecorado por Italia, Chile, Brasil, Grecia, Japón, Tailandia, Perú, Egipto, Austria, Nicaragua, Corea del Sur, España, la Santa Sede y Francia. También se ha desempeñado como docente universitario y ha presidido la Fundación Bunge y Born y la Alianza Francesa de Buenos Aires.
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