Entrevista a Patricio Sturlese (Libros)

Entrevistamos al talentoso escritor Patricio Sturlese, que compartió con nosotros secretos de su infancia y nos contó como se prepara para escribir una novela.

1.- Cómo fue tu infancia?

Feliz. Siempre que recuerdo mi infancia me invade una sensación de paz. Fue una época dorada: la pasaba en el bosque que existía delante de mi casa —sobre todo en los veranos cuando no tenía que ir al colegio—: ahí conocí a mis primeros amigos, los mismos que aún conservo. De esa época me vienen dos cosas a la mente, la primera; el deseo que tuve de tener una amiga (cosa que nuca logré), un poco porque iba a un colegio de varones y otro poco porque era muy tímido. Lo segundo, que mi infancia estuvo signada por algo que nunca pude controlar del todo y por momentos me desbordó: el miedo. Tenía miedo al abandono y a la oscuridad, miedo cerval a que en las noches viniesen a llevarme mientras dormía —razón por la cual me desvelaba—, también, por la cual escondía un abrecartas debajo del colchón de mi cama para defenderme de los peligros abstractos: tenía 9 años. 

Recuerdo que siempre intentaba dormirme antes que mi único hermano (mayor) con el que compartía la habitación, pero nunca lo lograba, ya que me ponía nervioso al intentarlo y, cuando menos lo suponía, él ya estaba dormido y yo aún despierto: un asunto terrible —casi terminal por ese entonces— pues quedaba a merced del silencio de la casa y de todo aquello que podía venir desde las sombras del pasillo, el ropero, y por debajo de mi cama. Fin de la historia: llamaba a gritos mi mamá.  Eso funcionaba.

2.- Cómo fue tu relación con los libros desde esa etapa?

Nunca busqué relacionarme con libros en mi infancia. Desde que miré por primera vez una oración escrita sobre un pizarrón supe que algo andaba mal. Sí, algo raro, que el resto de mis compañeros de escuela parecía no advertir. ¡Estaba todo al revés! Me costaba leer y entender las oraciones —todavía no estaba enterado de que era zurdo disléxico—, es decir, que había entrado al mundo casi de contramano.

Fue en el mismo instante que tomé un lápiz cuando comenzaron los problemas, empecé a escribir al revés, de derecha a izquierda, como los árabes. Escribía con la mano izquierda y en “espejo”, todavía conservo los cuadernos de primer grado donde la maestra metía signos de exclamación y círculos en rojo furioso rodeando las frases que estaban completamente invertidas sobre el renglón. Me frustré. Descubrir que la escritura formal estaba totalmente invertida de cómo yo la pensaba y suponía me llevó rápidamente a rechazarla. Así fue que rechacé los libros, que en cierta forma me traían problemas, preferí dedicar el tiempo a otras cosas que podía dominar y entender a mí manera, sin reglas, como explorar la casa abandonada que estaba en medio del bosque, a la que siempre quería llegar para palpar sus ladrillos y espiar su interior devastado.

Luego, con los años, hice una tregua con los libros y el castellano y comencé a leer por placer. Me costó mucho concentrarme en los textos —horrores—, pero lo sabía: la mía siempre fue una batalla perdida, estaba en el mundo de los diestros. Hoy en día —sólo en mi intimidad— sigo apuntando, ordenando y observando espacialmente todo en sentido inverso (pero shhh: es un secreto).   

3.- Cuándo y cómo decidiste ser escritor?

Un viernes de 1998 por la noche, dentro de un colectivo, mientras miraba la lluvia escurrir por la ventanilla. Fue un instante que jamás olvidaré.

4.- Cómo empezás a escribir una novela?

Generalmente lo hago seducido por cosas simples. Puede ser un sueño (así ocurrió con El umbral del bosque, ambiente que soñé durante tres noches), o bien al observar algo en el sitio menos pensado, que llama fuertemente mi atención (como pasó con El inquisidor, mientras estaba en Roma, al atardecer, al descubrir una estatua de bronce en el medio de una plaza). El puntapié inicial no hace otra cosa que poner en movimiento mi curiosidad. Luego viene el resto, que es trabajo de documentación histórica donde me divierto mucho armando la atmósfera que envuelve a la trama. 

5.- Cómo es la creación de los personajes y la trama?
Sucede al mismo tiempo. En mi caso voy explorando la trama a medida que avanzo. Soy consciente de que tengo por delante un mundo sin explotar donde cada decisión y cambio de rumbo produce múltiples nudos y finales, donde cada uno puede terminar muy diferente del otro. Así avanzo, a tientas, tirando bastonazos, con mi única garantía que en este caso es conocer a fondo a mis personajes. Y en verdad me fío de ellos, ciegamente: sé que si son buenos y entre ellos hay química —sea cual sea el desarrollo de la trama— van a poder llevar la historia a buen puerto. En mis dos primeros libros dejé todo en manos del inquisidor Angelo DeGrasso y a su lado puse a tres mujeres: Anastasia, Raffaella, y Segolene. Pasé siete años de mi vida escribiendo sobre ellos y al final supe que podía seguir muchos años más, ahí lo constaté: eran los personajes indicados.  

Luego llegó El umbral del bosque y volví a empezar de cero. Cuando cree al capitán Mameli sabía que debía estar acompañado por una mujer escandalosamente controvertida, arisca y enigmática, por eso cree a Abigail von Karstein (Abby), que resultó demasiado volátil. Pero aún así me encantaba como era Abby y no estaba dispuesto a cambiarla en nada. Debí entonces solucionar este problema de carismas utilizando un personaje que medió entre ellos durante buena parte de la obra: Ekka Nilstrøm, una joven noruega de largos cabellos rubios y rostro angelical, a la que le tomé mucho cariño. Ekka logró que el acercamiento entre Mameli y Abby no fuese incendiario y lujurioso, los reunió con armonía, pudiendo respetar así los tiempos de la trama y del resto de los personajes.

 

6.- Cuál es tu rutina de trabajo?

Cinco días a la semana luego de media noche, hasta que aclara en la ventana. No hay feriados, descansos ni excusas: soy el único responsable en terminar mis historias.

7.- Cuál fue tu primera novela?

Inminentes alteraciones, que jamás salió a la luz y que aún conservo anillada en mi cajón, juntando polvo y polillas. 

 8.- Contanos sobre tu última novela "El umbral del bosque", cuál es la trama?

Es una novela gótica con ambiente cargado y oscuro: transcurre en Escandinavia, durante el siglo XVII, trata sobre la «Noche de 400 años» que históricamente llevó a la extinción de los reyes noruegos. Es una historia de misterio donde se respira aire frío, con un personaje atrevido que sin saberlo se adentra en los secretos de la muerte. El lector se topará de lleno con el mito del «drävulia». Lo advierto: El umbral del bosque es una novela de vampiros.

10.- Por qué el título ?

Tiene que ver con mi infancia y con aquellos veranos en el bosque. También con la muerte, y con traspasar ese límite. Tiene que ver con las tentaciones y el amor y la línea delgada que los divide. Quizá, con descubrir a una amiga, de esas que siempre uno quiso cruzar en la vida.

11.- Cómo te preparás para escribir una novela histórica y cuanto tiempo te llevó terminarla?
Lo primero que hago es ambientarme en la época. Reviso cartografías, estudio la geografía de los lugares donde transcurre la novela investigando los acontecimientos más significativos que marcaron la política y la historia de esos pueblos. Estudio el idioma que hablan, sus dialectos, qué comen, qué toman, en qué creen. Es una tarea que lleva su tiempo. Muchas veces las fuentes son escasas, por ejemplo, me sucedió al insertar diálogos en dialecto noruego sognamål: necesité ayuda de personas que estaban al otro lado del mundo en pequeños poblados llenos de nieve, y que no siempre son fáciles de contactar.

Escribir El umbral del bosque me llevó tres años.

12.- Qué autores te gusta leer?

Umberto Eco, Morris West, Carlos Ruiz Zafón, Sheridan Le Fanu, Voltair, Patrik Süskind, Bram Stocker, León Tolstói, etc.  

13.- Desde tu experiencia cómo es la relación de los escritores con las editoriales? 

Por lo general es una relación productiva, profesional y amena. Tanto el escritor como el editor tienen intereses comunes puestos sobre un libro. Es un trabajo en equipo, que tiene su ciclo y también sus formas de comunicación. Lo que sí es sorprendente de las editoriales —al menos para mí— es que encontré allí mucha gente joven, en su mayoría de mujeres, que ocupan puestos de alta responsabilidad y que son muy buenas en lo suyo.

14.- Cuál es tu próximo proyecto?

Perdón pero jamás me permito hablar de lo que viene. En este caso la respuesta es un misterio.  
  
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Entrevista realizada por Romina Soler para La ventana arte y cultura.