Entrevista a Marino Santa María (Arte)
Entrevista
a Marino Santa María, talentoso artista plástico quien nos contó sobre su
infancia y su trayectoria.
1.-
¿Cómo fue tu infancia?
Yo
vivía acá en la calle Lanín donde ahora
tengo mi atelier, debajo de una de las ventanas que da a la vereda estaba mi
cama y casi al lado estaba el caballete de mi padre, así que mi infancia fue
mezclada con la pintura. Mi primera obra de arte público fue hacer la rayuela
en la vereda. Mi infancia era como la de todo chico que vivía en un barrio jugábamos
a las bolitas y les poníamos plastilina a los autitos para que pesaran y hacer
las carreras. También salía con mi padre a la costanera a nadar.
La
primaria transcurrió en una escuela en la calle Feijó, otra en Montes de Oca y
Espinosa y el mayor tiempo en Santa
Elisa, que es una escuela parroquial de Barracas. Mis padres dicen que era
bueno o me hacia el bueno porque era abanderado. Tuvimos una educación
católica, tome la comunión, la confirmación y hasta me casé por Iglesia, aunque
no me pude divorciar por Iglesia.
Cuando
llegué a la secundaria, que la hice en el Joaquín V. González, armamos un
conjunto folclórico con otros compañeros pero duró poco, después fui a MEBA a
prepararme para ingresar primero en la Manuel Belgrano, y después en la Pueyrredón.
Como
nunca hubo coche en la familia, cada vez que viajábamos como algo espectacular
a otro lugar, alquilábamos un micro y viajaba toda la familia, a Luján por
ejemplo.
El
tema de que haga maquetas con trenes tiene que ver con esa época, no sé si
porque tenía trenes o porque tenía ganas de tenerlos.
Habitualmente
iba a la cancha, la primera que visité fue la de Huracán, gracias a dios no me
hice de Huracán. Soy de Boca, solía ir a la cancha solo y disfrazado, mi primer
estado de aparición en los medios fue en la revista de Boca con el paraguas, lo
mediático empezó en esa tribuna.
2.-
¿Quiénes fueron tus maestros?
Mi
primer maestro fue mi viejo, a quien al principio no le hice caso y después le
fui dando la razón. Era muy estricto,
por ejemplo cuando yo estudiaba en el Bellas Artes si dejaba una
naturaleza muerta dos días sin pintar, me la tiraba a la basura. Después en
MEBA tuve como maestro de dibujo a José Pico y más tarde a Carlos Cañás.
3.-
¿Cómo decidiste dedicarte a la pintura?
Fue
un accidente. El primer accidente fue haber ido a un comercial, mi padre creía
que ése era el futuro para no pasar hambre y en realidad en esa época todos
iban al comercial, pero no me sirvió para mucho. Llegué a ir hasta la facultad
de económicas, sentarme e inmediatamente levantarme e irme. En ese tiempo el certificado de estudio te lo
hacían para el lugar específico donde ibas a estudiar, entonces pedí uno para
la facultad de arquitectura, pero ahí ni siquiera fui. Después tuve un año
sabático donde me preparé en MEBA y rendí para ingresar en la Belgrano, y luego
para la Pueyrredón. En
esas camadas en la Belgrano
estaba Stupía, Fontova y en la
Pueyrredón estaban Ana Heckell, Doffo, Pierri y Carlos
Carmona, entre otros.
En
la Belgrano ,
empezamos a alquilar talleres entre los que cursábamos y hacer muestras en Valentín
Alsina y en San Telmo. Cuando terminé la Pueyrredón ya estaba instalado en La Boca y tuve la suerte que al
segundo año que envié obra al Salón Nacional saqué el premio para jóvenes. Era
la época del proceso y habían venido dos veces para ver si me encontraban. Uno
hacia cosas muy públicas pensando que eso te cubría en algo, pero no era así.
4.-
¿Cuál fue tu primera muestra?
Fue
en la escuela Guillermo Rawson en San Telmo, porque el padre de mi ex era
director en esa escuela y expusimos ahí. Armé una muestra donde éramos más de 20
exponiendo.
La
otra que más recuerdo fue la de la galería Impulso porque el cuadro que expuse
fue bendecido por un perro, y ese cuadro sacó el primer premio en el salón
Nacional.
5.-
¿Cómo definirías tu obra?
Soy
un esclavo de lo que hago. A veces me comparo con lo que le pasa a Pacho O’Donell.
El otro día le pregunté que tenés que hacer y me dijo hoy tengo una presentación
de un libro mío, después mi obra de teatro, etc, y yo le dije “sos un esclavo
de Pacho O’Donell porque tenés que ir a todo lo que hacen de Pacho O’Donell”.
Yo tengo con la obra de arte público un grado de dependencia por el daño que
sufre la obra, que no es el daño vandálico, sino el daño natural de las cosas,
por ejemplo que se despega una venecita, o se decolora la pintura, o se
oscurece, tenés un grado de sufrimiento
que es qué pasa con la obra, que no es lo mismo que cuando pintas un cuadro.
Empiezo a sufrir porque hay que retocar todo y no hay tiempo.
Lo
más importante que hice fue haber dirigido durante 7 años la Piridiano Pueyrredón
y haber concretado el IUNA, que más allá de los avatares del IUNA el proyecto
es muy bueno. Segundo, haber concretado esta calle Lanín, que evidentemente por
haber sido el lugar donde nací tiene que tener un ángel distinto, que hace que a
pesar de haber sido la primera intervención humana, siga siendo la más notoria
y la más importante.
6.-
¿Cómo nació la calle Lanín?
Nació
antes que asuma el cargo de rector, nació de una conjunción de dos cosas, primero
mi visita al Guggenheim de Bilbao y sentir el placer de una arquitectura que no
tiene nada que ver con la tradición arquitectónica del lugar, y segundo una
proyección que se hacía en Mar del Plata, que la hacía la empresa Renault,
proyectaban diapositivas en una pared y me interesó como medio de comunicar la
obra. Pasaron siete años y cuando deje el cargo de rector, al que renuncié,
pensé que tenía que recuperar esos proyectos, y comencé haciendo la instalación
de mi paredón donde además tuve que revocar las paredes y pintar. Empecé
haciendo una gestión en el Ministerio de
Educación presentando una carpeta, algunos vecinos veían la carpeta y como su
casa no estaba me pedían que esté y hasta el día de hoy es el método utilizado:
Que el vecino venga y pida. Fue gratis para todos, aunque ahora algunos han
aportado porque los valores de las casas han aumentado. Cada fachada ronda
entre los 25.000 o 30.000 pesos, la fachada completa.
7.-
¿Cómo definirías el arte público?
Hay
un arte que es el efímero que es de provocar una acción que evidentemente va
transformar a quien lo vive en ese momento. Y la otra forma es arte consolidado
en donde además de lo anterior, hay una función urbanística, porque estás
modificando el paisaje. En este caso
tenés que pensar en las luminarias y las veredas, todo eso se fue dando
en el tiempo en el pasaje Lanin. Evidentemente modifica la calidad de vida del
lugar.
En
el caso del Street Art, éste tiene
inconvenientes como el añejamiento de la obra y sobre todo con el hecho de que
el espectador queda afuera, siendo para mí lo óptimo que el espectador sea
parte de la obra.
La
calle Lanin es un corredor de color, los gardeles en el abasto tienen una
partitura textual que se puede tocar, lo mejor es cuando se produce la extensión
de la obra en el espectador.
8.-
¿Tenés una rutina de trabajo?
La
primer rutina es no hacer nada. Mas que una rutina es una lucha entre el
trabajo que asumo. Estoy hace 6 meses dirigiendo la Escuela taller del casco
histórico. Yo creo que lo rutinario conmigo no va, puede ser que a las 11 de la
noche este con la computadora y a las 10 de la mañana esté tomando mate o
charlando. Sí te diría que hay trabajo, porque no sólo estoy en el taller sino que
hago la gestión para realizar la obra. Reunirme con tal o cual secretario de
cultura, o ir a la Legislatura. La gestión es parte de la creación porque para
poder alcanzar esos objetivos necesitas estrategias en las que hay que ser creativo.
9.-
¿Qué les enseñas a tus alumnos?
Me
gusta orientar a mis alumnos en el logro profesional de cada uno, quiere decir
detectar donde esta lo personal de cada uno para que camine por ese lado, no
que haga piruetas de ejercicios.
10.-
¿Cómo pensás que es la relación de los artistas con las galerías de arte?
Son
víctimas. No porque te roben, sino porque se transforma en una suerte de
dependencia en la cual hay una abuso del galerista, del poder. Es una relación
de poder, y como en toda relación de poder, hay uno que lo tiene y otro que lo
sufre. Yo no creo que en todos los casos ocurra, pero en la mayoría sí. En las
grandes galerías puede llegar a disminuir un poco, no la situación de poder
sino la de resultado, porque te sobrecotizan. Las galerías que sirven son las
que facilitan al artista la movilidad de la obra pero creo que la mayor parte
de las locales no favorecen eso. El mercado suele ser tan tendencioso como los
salones. Yo con lo que hago escapé de todo eso.
11.-
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Un
mural para la maternidad del Suterh, de doscientos metros cuadrados que ya está
realizado y falta colocarlo. Estoy haciendo otro mural para el Hospital
Británico que va en la calle en Caseros y Pedriel que tiene casi trescientos
metros cuadrados.
Recomendados de Marino
Una
película: “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, de Peter Greenaway.
Un
libro: “El Baile”, de Irene Neirovsky
Una
canción: Cualquiera de Miranda y la nueva Bersuit.
Genial,muy buena entrevista
ResponderEliminarmuy buena entrevista-pintar sera su pasion- pero su angel interior y
ResponderEliminarsu persona intuyo....que es lo mejor !!!!.. gracias..
matilde