Entrevista a Pablo Bellocchio (Teatro)
Entrevistamos a Pablo Bellocchio, autor y director de la obra
teatral “Abulia”.
1.- ¿Cómo empezaste a relacionarte con el teatro?
Mi
primer maestra de teatro fue mi vieja. Ella era actriz y docente de teatro. Yo
la acompañaba a las funciones y siempre me quedaba tras bambalinas. Nunca me
voy a olvidar de la fortísima impresión que me causó estar ahí. Ver a los
actores prepararse para salir a escena. Desde ahí empecé a amar al teatro. Fuí
a clases de teatro con ella por un tiempo, pero ser el hijo de la docente no
estaba bueno. Entonces me anoté para empezar en la escuela de Augusto
Fernandes. Ahí tuve grandes profesores como Diego Burzomi, Susana Pampín,
Alberto Segado, Fernando Piernas y el mismo Augusto. Un tiempo después me
acerque a Timbre 4 y ahí aprendí la importancia de hacer cosas. De creer en lo
que uno tiene para contar. Ese fue el espaldarazo final para animarme a dirigir
y escribir.
2.- ¿Qué es lo que te gusta de escribir obras de teatro?
Escribir, creo es una experiencia muy íntima. Es encontrarse a
solas con uno mismo y poner en palabras eso que a uno lo atraviesa todos los
días. Lo hermoso de escribir teatro es que esos personajes, esos munditos, una
vez que uno los escribió, se completan con el mundo del actor. Y de esa unión
entre lo que uno escribe y el actor interpreta nace algo nuevo, que termina de
definirse con lo que recibe el espectador. Cuando uno escribe teatro inicia un
dialogo muy íntimo con los otros. Y creo que no hay nada mas hermoso que poder
dialogar profunda y humanamente con los demás, con todo lo que eso
implica.
3.- ¿Qué te atrae de dirigir?
La dirección también es un dialogo. No me gustan los directores
que le imponen al actor una única manera de llegar a un resultado. De
hecho no creo en los resultados en el teatro. Creo, si, en los procesos. Y una
buena obra de teatro es la que está constantemente en un proceso vivo. Por
supuesto todo tiene que funcionar en pos de "contar el cuentito";
hablar de aquello que uno quiere hablar con su obra. Pero para que una obra
hable tiene que estar constantemente viva en la escena. Si no, si una obra se
automatiza, no cuenta nada. Cuando dirijo trato de darle al actor todas las
herramientas posibles para que se mantenga vivo en la escena. Para que
constantemente le nazcan nuevas preguntas. Cuando un actor cree que resolvió
todo de su personaje se automatiza. Y uno cómo actor muchas veces cae en la
trampa de querer definir y resolver todo de su personaje. Ese desafío constante
de mantener vivo al actor es lo que mas me apasiona de dirigir. Por supuesto,
también es muy lindo el proceso de la puesta, en donde uno busca las imágenes
que ayuden a hablar de lo que uno quiere hablar, pero el trabajo con el actor
es lo que mas me gusta de dirigir teatro.
4.- Contanos sobre Abulia, ¿cómo surgió la obra?
La obra transcurre en la sala de espera de una guardia de un
hospital público. Es la historia de la espera. Hace unos años estaba en el
hospital Ramos Mejía esperando que me atiendan. Me había cortado la mano con un
vidrio. Y si bien lo que yo tenia no era nada grave, alrededor mio, había de
todo. Desde una madre con un bebe que no podía respirar hasta gente durmiendo
en el suelo. Pasaron siete horas hasta que me atendieron. Y si bien
todos teníamos una enorme necesidad de que nos atendieran, ninguno de
nosotros hacia nada demasiado concreto para que eso pasara. Eso me llevó a
pensar en la cantidad de situaciones en la vida en las que uno se entrega pasivamente
sin imponerse sobre aquello que desea o necesita. Esa enorme voluntad de querer
cambiar las cosas pero sin encontrar nunca el impulso necesario para
hacerlo. La abulia, en definitiva.
5.- ¿Cómo fue la elección de los actores?
Con los actores siempre trato de guiarme por la intuición. Mas
allá de la formación de cada uno o del famoso "fisic du rol", cuando
conozco a un actor siempre trato de ver si humanamente puede sumarle al
personaje. Es decir si su mundito subjetivo le puede sumar al mundo del
personaje. Y por lo general esa unión se da. A veces hay que trabajar mas para
encontrarla. A veces aparece desde el principio. Pero trato de guiarme por algo
intuitivo. Y lo bueno es que, al menos por ahora, ¡funciona!
6.- ¿Cómo fueron los ensayos?
Los ensayos tuvieron varios procesos. Fueron un constante prueba
y error. Es el día de hoy que con la obra en su tercer temporada seguimos
ensayando. Seguimos desafiándonos. Y menos mal que es así y que los actores
siguen teniendo ganas de hacerlo porque sino seria muy aburrido. Fuimos a
distintas guardias en distintos hospitales y estuvimos esperando "que nos
atiendan". Nos fuimos del texto y probamos al personaje accionando en
otras situaciones. ¡Charlamos mucho!. Probamos lugares muy distintos desde
donde encarar el texto, siempre trabajando con lo que pasa aquí y ahora.
Estrenamos cuando la obra necesitaba de ese encuentro con el público pero el
proceso continuó y continua hoy mucho tiempo después del estreno. Y bienvenido sea.
7.- ¿Qué ventajas y desventajas tiene dirigir una obra escrita
por vos?
Trato de poner constantemente a prueba lo que escribí. Muchas
veces en chiste (y no tanto) le digo al elenco "no le den bolilla al
autor". Si bien por supuesto siempre mantengo el respeto sobre lo que
quise decir cuando escribí una obra, el director le gana siempre la batalla al
escritor. Si un actor necesita modificar un poco el texto para que eso que
quiere decir le sea orgánico, que lo haga. Por supuesto que es una negociación
constante. Estoy siempre atento a que no se desvirtuen los personajes ni la
historia. Todo esto hace que sea muy cómodo dirigir lo que uno escribe. Nunca
me tocó dirigir algo de un autor que estuviera presente en los ensayos. No tuve
nunca esa pelea con el autor de "esto no es lo que yo escribí". El
día que me toque será un lindo desafío.
8.- ¿Cómo definirías la obra?
La obra es un pequeño momento de la vida, llevado hasta sus
últimas consecuencias. Es una espera perpetua. Toma un momento cotidiano y lo
estira para poner a prueba al espectador. ¿Hasta donde estamos dispuestos a
aguantar para cortar con la abulia y hacernos cargo de nuestra propia vida?. De
eso habla.
9.- ¿Cuál es tu próximo proyecto?
En este momento estamos ensayando una nueva obra que escribí. En
realidad son dos obras que cuentan una misma historia. "Esto es tan solo
la mitad..." y "...de todo aquello que me contaste". Transcurre
en el velorio de un padre que ha tenido dos familias paralelas. En un cuarto
está una familia y en el otro la otra. La historia de cada uno de los
personajes y del padre en sí, la identidad de todos ellos está partida. De ahí
el desafío. El espectador podrá quedarse solo con la mitad de la historia o
podrá ver las dos obras y tratar de entender todo aquello que queremos
contarles.
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