Entrevista a Lucas Santa Ana (Teatro)
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| Foto: Hernán Morán |
1. ¿Cómo fue
tu infancia?
Nací en la
Ciudad de Buenos Aires y viví toda mi infancia en el barrio de Almagro. Hay una
anécdota que creo que puede dar una pincelada de mi vida. Al regresar una tarde
de la escuela (yo tendría 10 años) en casa no había nadie y yo no tenía las
llaves para entrar. Era el mediodía y el encargado del edificio, quien tenía
una llave extra de nuestro departamento para casos de emergencia como este, no
atendía. Imaginé que debía tener un
sueño muy pesado, porque no logré despertarlo de la siesta. Volví a la puerta
de mi casa, y dispuesto a entrar como fuera, desarmé las anillas de mi carpeta
y como si fuera uno de los mejores ladrones de banco, intenté abrir la
cerradura. Por supuesto, no lo logré y casi rompo la puerta. Pasaron horas,
miles de horas de espera que se convirtieron en una gran angustia y pensé que
nunca volvería a entrar a mi casa ni volvería a ver a mi familia. Parece que en
realidad a los diez minutos llegó mi mamá y entramos a casa a almorzar. Todo
muy natural para ella, todo muy dramático para mi.
Esto ha
influido para que hoy tenga algunos reparos con respecto a las llaves de mi
casa... Algo de eso, creo que también se ve reflejado en "Las
Llaves".
2. ¿Cómo
empezaste a relacionarte con el teatro?
Mi primera
experiencia teatral fue a los 15 años como iluminador de una obra de teatro
vocacional. Después de eso incursioné en la actuación ingresando al primer
grupo de teatro que tuvo el Colegio Nacional de Buenos Aires donde hice mi
secundaria. Con esa experiencia ya me di cuenta que el teatro
sería siempre
parte de mi vida y me decidí a estudiar formalmente.
3. ¿Dónde
estudiaste y quiénes fueron tus maestros?
Tuve tres
maestros que me marcaron mucho y los considero mis raices en relacion a la
actuación. El primero fue Norman Briski, con quien estudié justo cuando salí
del secundario. Hice tres años de estudio
en el Teatro
Calibán y al mismo tiempo que estudiaba actuación, hacía ejercicios de dirección
que Norman corregía a los que querían explorar esa tarea. Seguí formándome en
otras areas como la dramaturgia y la escenografía. Años después fui a estudiar
al CELCIT con Juan Carlos Gené y Verónica Oddó. Esta increíble pareja docente
fue el cierre de mis estudios teatrales por un tiempo, luego me dediqué a
estudiar cine en la ENERC. Con Juan y Verónica complementé todo lo que había
aprendido con Norman y con los docentes que tuve entre medio, todos de
distintas ramas: Rafael Spregelburd, Andrea Garrote, Rubén Szuchmacher, Daniel
Veronese, Alejandro Tantanián, entre otros.
4. ¿Cómo
surgió la idea de escribir “Las llaves”?
"Las
llaves" surge inicialmente como un cortometraje. Después de una ruptura
amorosa con una pareja de muchos años necesitaba darle un cierre a esa historia
y hacer algo que hablara del amor que tuvimos. El corto dio la vuelta al mundo
por festivales y ganó el primer premio en el festival Libercine. Pero para mi,
el corto no era suficiente. Hablando con Francisco Ortiz (el co autor de la
obra y protagonista), ambos sentíamos que la historia del corto daba para mucho
más y me quedé con la idea en la cabeza. Pero al mismo tiempo, no quería
hacerlo solo. Nos juntamos y le dimos forma a la nueva historia. La obra no es
autobiográfica, yo no viví las situaciones que se cuentan, pero me siento
reflejado en muchos de sus aspectos y principalmente en las preguntas que la
historia plantea. (Alguien me susurra por acá, no aclares que oscurece)
5. ¿Cómo fue
la dramaturgia de la obra?
La
dramaturgia la hicimos junto a Francisco Ortiz. El proceso de trabajo fue muy
interesante y distinto a las otras veces que hice co escritura. A diferencia
del cine, donde por lo general nos dividimos las tareas y cada autor se lleva
trabajo a casa para hacer en soledad, con Francisco planteamos una dinámica
mucho más interesante y que nunca había explorado: nos reunimos durante varios
fines de semana y escribimos juntos todo el texto profundizando el conflicto de
los personajes, modelando a Sofía, el personaje nuevo que aparece en la obra y
que no formaba parte del corto, escarbando en el pasado de Matías y Pedro, para
entender mejor lo que sucede en el presente y para reforzar la historia de amor/desamor que se cuenta en la obra.
6. ¿Cómo
elegiste los actores?
De entrada,
mientras escribíamos con Francisco sabíamos que él sería el protagonista de la
obra. Me
encanta su
forma de trabajo y lo talentoso que es. La elección de Sebastían Suñé para
Pedro, el ex, surgió durante la escritura de la obra. A Seba lo conozco desde
hace muchos años y siempre había tenido ganas de trabajar con él. Una vez que
tuvimos el texto escrito, se lo alcanzamos y aceptó gustoso. Para el personaje
de Sofía, una directora de teatro un tanto excéntrica, quería trabajar con una
verdadera directora, que al mismo tiempo fuera actriz, para poder investigar
desde el escenario lo que un director puede aportar: Había visto actuar a María
Urtubey en muchas obras, y hacía unos años que ella no estaba actuando y se
estaba dedicando a la dirección. Yo quería verla de nuevo arriba de las tablas.
Le ofrecí hacerlo y grande fue mi alegría cuando me dio el "sí". Para
el personaje de Lucho, el chico nuevo, la búsqueda requirió un poco más de
esfuerzo. Sabía cómo era el personaje y tenía una imagen muy clara de lo que me
gustaría ver en el escenario. Un amigo me dio un nombre de un actor que nunca
había visto trabajar pero que me confirmaba que era el indicado para el
personaje. El abismo de lo desconocido me intrigó, y lo llamé a Julián Bonardi,
le di el texto y le propuse que probáramos hacer un ensayo para conocernos trabajando. Después
de ese ensayo no tuve dudas, era lo que andaba buscando para Lucho, pero ahora
tenía que ver si él también había sentido lo mismo que yo. Afortunadamente,
también dio el "sí", y el elenco, estuvo completo.
7. ¿Cómo
fueron los ensayos?
El trabajo de
los ensayos fue un reencuentro con todo aquello que había aprendido y que hacía
varios años que no ponía en práctica. Mi última obra de teatro la dirigí en el
2003, diez años atrás. Durante este tiempo, estuve transitando en el cine y la
televisión, la escritura y la dirección, pero siempre me siguió picando el
bichito del teatro y faltaba ese empujón para regresar. De eso le estoy
agradecido a Francisco que me trajo de vuelta. Durante los ensayos, trabajamos
con el texto montando las escenas y encontrando los personajes. Mi forma de
trabajo tiene dos partes: tengo una idea formada de cómo es la escena y lo que
me gustaría ver, pero antes de transmitirla a los actores, escucho sus ideas.
Me gusta sorprenderme con las otras miradas. Y luego les propongo que probemos
las dos vesiones y todas las que vayan apareciendo, hasta encontrar entre los
dos al personaje. Una vez que los personajes se hacen presente, empiezo a
marcar la puesta que intento que sea orgánica a la acción y no impuesta para
mostrar algo en particular.
8. ¿Cómo
definirías la obra?
"Las
Llaves" es un Vodevil. Una comedia dinámica, en la que una vez que se
desata el conflicto y se ponen en marcha los deseos de los personajes, no para.
Charlando con los actores, Sebastián Suñé encontró una comparación que me
parece muy acertada: "Es como correr una maratón durante una hora sin
descanso. Está buenísimo como desafío actoral".
9. ¿Cuáles
son tus próximos proyectos?
El más
cercano es el estreno del cortometraje "Vida Nueva" que forma parte
de la película "Historias
Breves"
realizada para el INCAA. El estreno está planeado para el 26 de septiembre en
el Cine Gaumont.
En septiembre
arranco la co dirección de una serie de docu ficción para NAT GEO.Y tengo a
medio escribir la próxima obra que quiero dirigir en teatro, de la cual hay un
pequeño adelanto
dentro de
"Las Llaves".
RECOMENDADOS DE LUCAS
Un libro: "El diario
de Adán y Eva" de Mark Twain.
Siempre que
lo releo, me recuerda que los grandes amores perduran en el recuerdo toda la
vida.
Una canción: Ahora suena
en "loop" NUMB, de USHER.
Una película: "La
doble vida de Veronika" de Kristof Kieslowsky
Fue la
primera película que cautivó mi mirada y me acercó al cine de autor.
Un cuadro: "Mujer con
sombrilla" de Claude Monet.
Me provoca
una gran tristeza e intriga esta pintura
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