La chascona en Santigo de Chile (Viajes)
En el barrio de Bellavista, al pie del cerro San Cristóbal se
encuentra La Chascona, una de las casas de Pablo Neruda que actualmente
funciona como museo. Neruda comenzó a construirla
en 1953 para su amante, Matilde Urrutia, con quien años más tarde conviviría allí, luego de separarse de su esposa, y hasta su muerte en 1973 en la Clínica Santa María
de Santiago. Los restos del poeta fueron velados en esa casa, por insistencia
de Matilde Urrutia, quien paso esa noche con unos pocos amigos en el
living, con los vidrios rotos por los actos de vandalismo
sufridos días antes. Matilde siguió viviendo allí hasta que falleció en 1985, dejando la casa a la Fundación Neruda para la construcción del actual museo. La visita a la propiedad se lleva
a cabo con un audioguía que te conduce por los distintos y numerosos ambientes. Una voz amable nos guiara por la historia de la casa, contándonos secretos de
los protagonistas y dándonos un panorama de la situación política y social por
la que atravesaron los personajes de esta historia a través de los años.
Cuando uno
entra en el patio de la Chascona, que es la primera parada de la visita, se
sumerge en un mundo de sueños, es parte de esa historia de amor entre Neruda y
La chascona, sobrenombre con el que Pablo
llamaba a Matilde, su gran amor y que significa despeinada en lengua quechua.
Cada ambiente tiene su encanto, con objetos originales que sobrevivieron al uso cotidiano de los habitantes de la casa, a los actos de
vandalismo que acaecieron durante el golpe militar y al paso del tiempo. Entre
las cosas que me impresionaron y conservo en mi memoria están un cuadro de Diego
Rivera en el que retrata a Matilde Urrutia con dos cabezas y entre su pelo se
puede observar el perfil de Neruda; el
testamento de Matilde Urrutia de puño y letra, que se encuentra debajo del
vidrio del escritorio del primer piso; algunas fotografías familiares; poemas con la
letra de Neruda; objetos de antiguas embarcaciones que forman parte del
mobiliario de la casa; máscaras de distintos países y muchos otros objetos
llenos de magia y que cobran vida en esta fantástica residencia, hoy museo. Si
uno cierra los ojos en el jardín, puede imaginar la voz del poeta recitándole a
Matilde sus famosos poemas, o puede ver la silueta de Neruda en su escritorio observando a través de los
grandes ventanales el paisaje del cerro que abraza la casa.
Si visitan Santiago les recomiendo ir a La chascona, tomarse tiempo para observar cada ambiente, escuchar atentamente los relatos del audioguía y al terminar pasar por la tienda para llevarse algún recuerdo.
Datos
importantes
“La chascona”
se puede visitar de martes a domingo de 10 a 18 horas, está ubicada en Fernando
Márquez de la Plata 0192, Barrio Bellavista, al pie del cerro San Cristóbal. La entrada general sale $5.000 (cinco mil
pesos chilenos). Pueden consultar más información en http://www.fundacionneruda.org/es/la-chascona/informacion-visita
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