Entrevista a Luciano Chimento (Libros)
Entrevistamos al
periodista Luciano Chimento, quien acaba de publicar su primera novela “La
jugada perfecta de Nabucodonosor Brunetti”. Nos contó que empezó a escribirla
en broma pero enseguida se dio cuenta que podía ser una linda historia y se
decidió a llevarla adelante. Este proceso duró aproximadamente cinco años,
escribía de madrugada quitándole horas al sueño. Había noches en que despertaba
con cosas en su cabeza que no sabía si había soñado o se le habían ocurrido y
se levantaba a escribir, a veces capítulos enteros y otras lo esencial para no
olvidarse y luego armarlo. Una vez que
el libro estuvo terminado, le dio el borrador a su hija menor Victoria para que
lo corrija, ella le sacó algunas cosas que estaban repetidas y algunas
impurezas propias de la escritura tal cual le agradece en el libro. El próximo
paso fue enviarle a Luciana Prodan, su amiga, escritora, locutora, colega
y sobre todo su “tocaya”, como le gusta
llamarla, dos hojas del libro y la propuesta de escribir el prólogo. Luciana se
comunicó inmediatamente con él y le pidió que le mandara la novela completa, y
así fue que escribió un prólogo extraordinario que forma parte del libro.
Charlamos con Luciano
sobre la creación de su novela, de cómo tomó la historia de un periodista real
de otro medio del que conocía algunas cosas y después fue mezclándola con historias
de varios colegas. Nos confesó que el
hecho del nombre del protagonista, Nabucodonosor Brunetti, no fue
caprichoso. En primer lugar Nabucodonosor es un nombre que no existe en el periodismo y por ello no puede
relacionarse con ningún periodista, porque si el protagonista se llamara Jorge,
Daniel u Osvaldo se podría relacionar con alguien en particular. Además se
trata de un homenaje al Rey Babilonio que llevó a los esclavos judíos de Egipto
a Babilonia. En la ópera de Verdi,
Nabucco, está el tema “Va, penciero” que lo cantan los esclavos judíos,
y que es un himno de los italianos en contra del poderío Borbón cuando dominaban
Italia. El apellido del personaje también tiene algo particular, es un homenaje
a Susana Brunetti, una vedet muy linda que murió en los años setenta, siendo
muy joven.
Nos adentramos a la
historia de la novela donde el protagonista es relegado de la sección de
policiales por cuestiones internas con el dueño del diario, y trasladado a
información general como redactor raso. Una noche a la salida del trabajo se
encuentra de casualidad con un asalto con toma de rehenes y en ese momento
piensa una jugada para ser él quien
entre al restaurante como intermediario entre los asaltantes y la policía y la
justicia, y lo logra. Hace las cosas de tal manera que terminan eligiéndolo a
él para que entre en el restaurante. Esa es la jugada perfecta a la que se
refiere el nombre del libro. Todo ocurre en un restaurante llamado Bremen, que
estaba en el barrio de Caballito, pero que ya cerró sus puertas. Luciano fue
cliente asiduo de ese lugar, lo que le sirvió para lograr una detallada
descripción de la parte interior, el primer piso y el sótano donde se encuentran
gran parte del tiempo los personajes de la novela. La toma nunca existió en ese
restaurante pero se lo tomó como escenario de la novela porque el autor lo
conocía bien. La mayoría de los personajes que aparecen en el libro son reales,
cambió los apellidos pero mantuvo los nombres, y por eso algunas personas
llegaron a reconocerse, y varias le
preguntaron si había pensado en ellas para escribir sobre algún personaje en
particular.
A pesar de que esta es
la primera novela que Luciano Chimento firma con su nombre, no es la primera que
escribe. Hace mucho tiempo que además de periodista se dedica a ser escritor fantasma. Los
Ghoswriter son contratados por una persona le da los lineamientos de una
historia, le comenta que quiere que digan los personajes, se entrevista con él
y le piden que escriba una novela que saldrá bajo su nombre. Nos contó que una
vez iba caminando por la calle Corrientes y leyó en las marquesinas de los
teatros sobre una obra adaptación de uno de los libros escritos por él como
escritor fantasma. Ahora que tiene su primera novela publicada firmada por él,
se la mostró a algunos directores de teatro y le dijeron que tenía estructura
cinematográfica, así que tal vez la veamos en la pantalla grande.
En referencia al diseño
de la tapa, Luciano tenía una idea pero al confiarle el trabajo a Omar Martini,
colega del diario Crónica, se dejó
convencer por la nueva propuesta del tablero de ajedrez, donde una mano maneja
un alfil y la i de Brunetti es reemplazada también por un alfil. Todo ellos
hace pensar en una jugada perfecta dentro de un juego de estrategia como es el
ajedrez.
Una interesante novela
que los dejará con las ganas de conocer más historias de este periodista tan
peculiar.
Recomendados
de Luciano
Una
canción: “Let it be” de John Lennon y Paul Mac Cartney
Un
cuadro: “El beso” de Gustav Klimt
Una
película: “Amarcord” de Federico Fellini
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