Entrevista a Pilar Flores sobre su muestra Aliento en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Arte)
Durante mi estadía en la ciudad de Quito tuve la oportunidad
de recorrer en el Centro de Arte Contemporáneo la muestra “Aliento” de Pilar
Flores, en una visita guiada por ella. Siempre es un privilegio poder ver las
muestras con los artistas, hacerles preguntas y conocer en profundidad su obra.
Pilar es una persona que irradia paz, muy generosa y con muchas anécdotas e historias para contar
detrás de cada obra, de cada proyecto. Al terminar la visita pude entrevistarla
más profundamente sobre los talleres que da y su vida en torno a la universidad
donde primero estudió y ahora da clases y es subdecana de la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Artes (FADA).
1.- ¿Cómo empezaste a relacionarte en tu niñez con la
pintura?
Soy de la generación
que ingresaba a la escuela a los 6 años, y me recuerdo dibujando antes de
empezarla. Siempre plasmaba todo lo que estaba a mi alrededor. Mi infancia fue
en la ciudad de Quito. Vengo de una familia conservadora en la que no había
cabida para las posibilidades artísticas. Nadie en mi familia se dedicaba al
arte, aunque tuve una tía bastante hábil y tal vez con ella fueron mis primeras
experiencias de trabajo con las manos, era una tía muy querida que falleció siendo
muy joven.
Durante mi adolescencia seguía unos cursos de dibujo por
correspondencia, lo cual me mantenía siempre dibujando. A los 18 años, mi padre
me envió un año a España, a estudiar dibujo y pintura. Ese viaje fue mi entrada,
aprendí desde adentro lo que era el trabajo del taller, pero también visité
exposiciones y museos. Ese año fue muy intenso y clave porque definió lo que
iba a hacer en mi vida. Al regresar a Quito ingresé en la Facultad de arte, a
pesar de la oposición de mi familia y un poco del medio. Estudiar acá
me permitió anclar mis raíces, descubrir con otros ojos mi propia
cultura, porque muchos tenían su mirada en Europa y siempre en Estados Unidos,
era una cultura que pensaba que lo mejor se encontraba afuera, y para mí el regresar significaba encontrar lo
mejor en mi propia tierra.
2.- ¿Cuál fue tu primera exposición?
Mi primera exposición fue en el año 81 como tesis de grado,
al terminar mi carrera de artes. La preparé durante todo un año, el profesor Nicolás Svistonoff me acompañó en el proceso y me
orientó para que yo hiciera paisajes, que era lo que más me gustaba. En ese
momento no era fácil dedicarse a hacer paisajes, porque como tema estaba desprestigiado.
En esos años, una serie de pintores habían trabajado los paisajes en forma
comercial, pintado las montañas y los nevados muchas veces, y había una contaminación
visual de esa forma de hacer paisaje. Por
todo esto, para mí fue un reto y una decisión valiente porque tenía que romper esos
patrones y esas formas de mirar, pero decidí enfrentarlos y hacer paisajes.
Diario de un iris de Pilar Flores |
3.- ¿Cómo nacieron los talleres?
En los años 90 inicie los primeros talleres en las distintas
regiones del Ecuador (en la costa, en el sur, en Cuenca, el Oriente, los
pueblos alrededor de Quito por San Antonio, etc) y descubrí que me encantaba
darlos, esa forma de relacionarme con la gente me parecía extraordinaria. Ese
fue el inicio y a partir de allí nunca lo he dejado de hacer. Se fueron transformando, al principio trabajaba en las escuelas
públicas de las distintas poblaciones. En el año 2000 invite a mi taller a
hombres y mujeres que quisieran trabajar en el proceso de creación desde el
silencio. De la experiencia que adquirí en todos estos talleres, de las reuniones, de las
clases de la universidad, nace el taller
de arte como una organización compleja: las cajas.
Taller de arte: una organización compleja |
4.- ¿Cómo fue el proceso de las cajas?
En el año 2003 comencé una maestría y pensando en mi futura
tesis tomé por un lado el estudio de la complejidad de Edgar Morin y por otro la
vida sistémica a través de Fritjof Capra. Tomé varios libros de ambos autores
teniendo en cuenta que la complejidad y lo sistémico enriquecían lo que vivía
en mi vida y practicaba en mis talleres. Desde los 16 años práctico yoga y creo
que me ha dado una mirada integradora, respeto a la diversidad, de los procesos
a mi propio ritmo, de una búsqueda de mi propio canto, más que de mirar afuera
yo vengo de un proceso interno, de
búsqueda interna. La clave fue un viaje con amigos austríacos al bosque nublado
(en el noroccidente de Quito), estábamos caminando en esa neblina por el bosque
húmedo cuando pensé en desarrollar los talleres. Las cualidades de cada hábitat me inspiran para poner esas cualidades en paralelismo con un taller de arte. Es decir, el taller está enriquecido por las cualidades que encuentro en la naturaleza. Hice un
paralelismo, busqué preguntas, referentes,
elementos teóricos y se armaron los talleres. La del bosque nublado fue la primer metáfora, pero lo enriquecí con
6 más: el páramo, el rio, la ciudad, montaña, mar y el bosque de eucalipto. Estos
talleres que aplique varias veces en distintos medios, con adultos, con jóvenes, tienen un potencial infinito. Pensando
en esta exposición, tenía que diseñar una forma de materializar la obra, de
manera que haya objetos, que el público llegue y pueda descubrir lo que yo daba
en los talleres y ahí nacieron las cajas.
5.- ¿Cómo es el sistema de los talleres?
Los talleres están pensados en 4 momentos: de
descubrimiento, de investigación, de síntesis y de aplicación de todo ese
recorrido que se ha hecho. Hay personas que están más dadas a la teoría y otras
a la práctica, entonces de esta manera trato de ofrecer distintos momentos para
que todos puedan identificarse.
6.- ¿Cuáles fueron tus tareas en la universidad?
Actualmente doy dibujo y pintura en la Universidad y soy
Subdecana en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Hasta el año 2013 fui
directora de la Carrera de Artes Visuales.
7.- ¿Tenés un espacio para trabajar?
Si, en la parte de atrás de mi casa tengo un taller, esto me
permite combinar mi trabajo en el taller, con mi casa y sólo tener que
desplazarme para ir a la Universidad, porque en Quito el tránsito y las
distancias son un problema. Procuro estar en contacto cada día con el dibujo,
con la lectura, puede ser creando pequeñas cosas, visitando exposiciones creo
que todo eso es fundamental.
Comunidad creadora de Pilar Flores |
8.- ¿Tenés una rutina?
Si, tengo una rutina. Con mi esposo nos levantamos a las 5
de la mañana porque somos meditadores y tenemos una meditación hasta las 6.30
horas. Luego corro todo el día, tengo que ir a la universidad a dar clases,
reuniones, trabajo combinado entre la docencia, la administración, trabajo en
proyectos con comunicadores fuera de Quito, como el tema del tejido. Todo eso
hasta las 15 horas cuando regreso a mi taller para poder trabajar.
Cartografía interior de Pilar Flores |
9.- ¿Cómo es tu taller?
Mi taller es muy bello, tengo un hijo arquitecto que es muy
creativo y con ideas audaces. Él se encargó de remodelarlo y creó un taller
luminoso con una enorme puerta de vidrio, techo y un jardín. Cuando estoy en mi
taller estoy en relación con el Pichincha, el atardecer, el amanecer, es
maravilloso porque como tengo tanto vidrio estoy en relación directa con la luz.
Además, dentro del taller tengo un dormitorio donde puedo quedarme, descansar y
seguir. Creo que podemos transformar los
lugares donde vivimos porque las ciudades suelen ser muy desafiantes por el
excesivo tráfico, la contaminación. En esta ciudad que yo amo tanto he
construido mi obra desde el silencio, desde una postura de parar y escuchar. Yo
pasé varios años en Europa, donde estudié y trabajé durante distintas etapas de
mi vida en Francia, Bélgica y Austria, sin embargo veo que aquí en Quito he
podido crear, para mí es una ciudad tan rica para el trabajo que quiero hacer.
Además, creo que todos estos años de trabajo en la universidad han transformado
mi propuesta artística, si me quedaba en mi taller hubiera hecho siempre lo
mismo, pero en esta relación con los estudiantes he crecido tanto, mis
preguntas han ido cambiando y he ido profundizando las búsquedas que tenía.
Cartografía interior de Pilar Flores |
10.- ¿Cómo nació la muestra “Aliento” en el Centro de Arte
Contemporáneo de Quito?
Esta muestra me la propusieron un año antes y nació con una
curadora, Dayana Rivera. Formamos un equipo de trabajo
con ella, Victor Hoyos, un excelente diseñador y mi hijo Daniel
Moreno, que es un gran arquitecto. Todos juntos empezamos a imaginar la obra en
el espacio, trabajamos durante todo el año pensando en las posibilidades de las
obras que queríamos exponer y encontrando opciones de como iban a ir en este
espacio. Seis semanas antes de la inauguración nos dieron el espacio para
montar la muestra y todo lo planificado empezó a cambiar, se agrandó el equipo
de trabajo, a los 4 originales, se sumaron 4 personas más porque la obra
requiere de mucho cuidado, precisión, perfeccionismo para ser montada. Se trata
de personas con las que trabajé antes, con las que tengo confianza y sé cómo
trabajan, resolvimos una a una las obras cartografía interior, pedimos que se
saquen los paneles que cubrían los arcos, para que la obra pudiera dialogar con el
espacio arquitectónico, muchas cosas buenas iban a pasar. Había mucho trabajo
repetitivo, colgar con agujas, eran 500 agujas al techo. La instalación donde
están escritos en la pared con hilos los nombres de todos los que colaboraron
en el proyecto “Aliento”, parecía una misión imposible pero se logró.
Taller de arte: una organización compleja |
11.- ¿Cómo fue la elección del nombre de la muestra?
El nombre de la muestra lo elegimos con Dayana, la curadora.
Luego descubrimos en uno de los diarios la palabra Aliento, que aparece en el
centro de un mapa mental donde hago un dibujo sobre mi trayectoria, era una
palabra que venía sonando desde hace años en mi imaginario.
12.- ¿ Cómo nacen los diarios?
En los diarios voy recogiendo todo lo que me inspira, voy
escribiendo acerca de las películas que veo, los libros que leo, ideas. A través de los diarios uno puede ver el
proceso creativo. A pesar de que no es lineal porque no escribo todos los días
ni vuelco los procesos personales, tienen un orden. Son para lectores atentos,
interesados en ver como son los procesos creativos de un artista, en los
diarios pego papeles, anoto palabras,
frases, dibujo.
Recomendados de Pilar
Un libro: El poder del ahora
Una canción: Los tambores africanos
Una película: El gran silencio
Una obra de arte: Festival de cometas que se hace en Japón, que
convoca a personas de todo el mundo.
Hermosa entrevista y muy linda la obra de Pilar Flores, gracias por darnos a conocer artistas internacionales! Ana
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