Entrevista a Gabriela Alemán (Libros)

Entrevista a Gabriela Alemán, talentosa escritora ecuatoriana que vino a Buenos Aires para participar del FILBA y a presentar su última novela editada por Random House, que se titula “La muerte silba un blues”.  

1. ¿Cómo fue tu infancia y cómo nació tu relación con los libros?
Por el trabajo de mi papa viajábamos mucho al exterior y para mí la vuelta a casa era llegar a la biblioteca donde estaban los libros de mi abuelo, que cuando falleció pasaron a la biblioteca de mi papá. Por otro lado, yo tenía una relación muy cercana con mi abuela, por parte de mi mamá, y cuando viajábamos le escribía muchas cartas contándole sobre los lugares que visitábamos. Uno de mis hermanos mayores me introdujo en la literatura, porque yo lo veía embobado leyendo los libros que se leen en la adolescencia, como Drácula, y Frankestein, y se los robaba para leerlos. Fueron los primeros libros que escogí, desde ese momento tenía una conexión casi vital con lo gótico.

2. ¿Cómo fue tu formación?
Nunca he ido a talleres, creo que mi formación fue leyendo. Primero estuvieron los góticos y  al tiempo descubrí la biblioteca que armo Borges sobre literatura fantástica y leí autores de todas partes del mundo. Por mi mamá, que es una gran lectora, descubrí a Tom Sayer, a Julio Verne, después vinieron las bibliotecas de los colegios y la compra de mis propios libros.

3. Ya eras una ávida lectora desde pequeña, y nos gustaría saber cómo fue el paso a la escritura, ¿cómo empezaste a crear tus propios textos?
Por ese entonces descubrí a Angela Carter, una escritora inglesa que se murió muy joven en los años 90, ella tomaba una escritura barroca y hacía reescrituras de textos de la literatura infantil y cuentos de terror. Hay ciertos textos que les pertenecen a todos y que uno puede contarlos desde otro punto de vista. Teniendo en cuenta todo esto y como un juego hice tres versiones de Drácula y una versión del hombre lobo que era una mujer, no desde el punto de vista feminista, sino teniendo en cuenta qué cambiaría en la historia si los protagonistas hubieran sido mujeres. Hice la reescritura de los libros de mi infancia, y tuve la suerte de que  fueran publicados.

4. ¿Qué fue lo que pasó a partir de esa publicación de tu primer libro?  
Gracias a esa publicación hubo una cosa maravillosa que se inventaron los españoles en los 90, cuando había plata en abundancia, y se trataba de un festival de literatura en un pueblito que se llama Mollina, al sur de España.  Tenía 900 habitantes pero crearon un centro para hacer encuentros y comenzaron por el de literatura. Invitaron a cien escritores menores de 30 año que tuvieran algo publicado, así que gracias a esa publicación pude participar. Cada semana estabamos con Augusto Roa Bastos, José Saramago, Juan José Arriola, todos estaban allí, desayunando y comiendo con nosotros. Fue una lección buenísima porque era gente que podía tener 70 u 80 años y estaba más interesada en conocer a los otros que en enumerar todos sus logros. Los participantes leíamos nuestros textos y ellos comentaban, fue impresionante. Nos habían organizado excursiones por la zona porque cerca de ahí había nacido Picasso y había algunos sitios de interés cultural. Cuando me leyó Arriola y me hizo dos comentarios sobre mis textos, me quede encerraba en el cuarto de las computadoras, deje de ir a los paseos y me puse a escribir textos nuevos para mostrarles. Todavía tengo una fe enorme en que este mundo es un mundo amable, donde se aprende, donde se crece.

5. ¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy trabajando para  escribir una nueva novela basada en un personaje real, una mujer de nombre Dayuma, que fue el puente para que puedan entrar las misiones evangélicas en la selva ecuatoriana. Fue una figura muy importante. Los grupos fueran contactados a través de ella en un encuentro pacífico, se quedaron en sus territorios y negociaron con el estado ecuatoriano para que les entregaran las tierras y los correspondientes documentos. Es mucha investigación y estoy dieciséis horas al día leyendo, buscando material, entrevistando gente, mi idea es armar una novela con elementos de la historia. No es una crónica sino otra historia donde pretendo que se filtre la complejidad del dinamismo del mundo occidental donde las cosas funcionaban de otra manera y que si no hubiera existido ese encuentro pacifico muchas cosas hubieran desaparecido. Hay una transición desde un Ecuador muy rural, muy encerrado en sí mismo,  a otro que nace cuando encuentran el petróleo, se construyen carreteras y se abren las fronteras. Creo que nada es totalmente malo ni totalmente bueno, las cosas comienzan a funcionar de otra manera.


6. Contanos como nació el libro “La muerte silba un blues”, donde se cuentan varias historias pero que están ligadas entre sí por la época, los personajes, etc.
Empezó con el primer cuento que es una historia real, en 1989 un radiotransmisor ecuatoriano que se llama Leonardo Páez junto con el chileno Alcaraz, transmitieron en un programa de radio La guerra de los mundos a partir de un guión.  Consiguieron las voces del Alcalde, del cura, etc e hicieron que una ciudad entera se lo creyera, Quito estaba siendo invadido por extraterrestres, la gente huía y hasta hubo muertos. Lo que ocurre en el cuento tiene elementos de ficción con un intento de filtrar el presente, la importancia de los medios, se trata de la ficción creando una nueva realidad. Ese cuento era una novela pero cuando lo edite quedaron muchas cosas afuera. En referencia al diario de la inmigrante centroeuropea, ella no existió, es mi imaginación pero basada en un libro lindísimo que encontré en una editorial muy buena de Ecuador que publica textos históricos. Ese libro es de una mujer que hizo un doctorado de historia en Alemania y para su tesis escribió sobre su abuela que fue una inmigrante en los años cuarenta en Ecuador, entrevistó gente que vivió en la misma época que su abuela y el título era ¿Dónde queda Ecuador?. Por otro había un geólogo de la Shell, que era fotógrafo aficionado y su nieto editó un libro con las fotos junto con las anotaciones que hizo en un diario personal sobre el territorio que recorrió en la misma época. Utilicé esos dos libros para que tuviera algo real. 
La segunda parte del libro retoma los personajes que aparecen en la primera parte y esas situaciones de traición, de muerte, de locura, que están siempre en la humanidad. Ahí fui metiendo esos personajes en otros momentos de sus vidas, pero los puse en otras ciudades como New Orleans,  Nueva York, un pueblo en la frontera con Paraguay, en diferentes sitios donde yo he vivido, o que me han llamado la atención, y donde esas historias podían funcionar.

7. ¿Cómo fue la elección de los títulos de los cuentos que integran el libro?
Todos los títulos de los cuentos son los nombres de las películas de Jess Franco. Cuando ya tuve la idea de usar a Franco, fui metiendo en las historias algunos guiños para las personas que vieron las películas pero que no son necesarios para entender el cuento. Por ejemplo el niño del conejo, en la película de Jess Franco hay una mujer blanca y una mujer negra, entonces aparece el conejo blanco y el conejo negro. Hay subtextos del mundo de Jess Franco en todos los cuentos.

8. Contanos sobre la editorial que tenés en Ecuador
Se llama El fakir que es el sobrenombre de Cesar Dávila Andrade, el gran narrador de cuentos del siglo veinte en Ecuador y de quien vamos a reeditar todos los cuentos. En la editorial tenemos 13 colecciones pero nos hemos concentrado en una que es la de  Novela gráfica, estamos repatriando a grandes ilustradores y autores de novela gráfica latinoamericanos que estén conectados con Ecuador. Por ejemplo Power Paola, que es muy conocida acá en Argentina, ella nació en Ecuador, publicamos su novela “Virus tropical”, de la que dentro de poco va a salir la película. Hace dos semanas publicamos “Achiote” de Alberto Montt, que también nació en Ecuador a pesar de tener su lado chileno. Para todos aquellos que les interese la página de la editorial es www.fakirediciones.com. El plan es ganar lectores, algo complicado en Ecuador, pero vemos que hay ganas de leer. El problema es que los libros son caros y hay poca circulación, nosotros tratamos de mantener precios razonables para que todos puedan acceder a ellos.

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