Entrevista a Paola Montes de Oca (Arte)
El próximo viernes 10 de Agosto a la 19 horas en la Dirección de Cultura de
Pilar, ubicada en Pedro Lagrave 281, se inaugura la muestra “Bocofonía” de
Paola Montes de Oca. Se trata de una conjunción de óleos y una instalación
sonora que Paola realizó con mensajes de whatsapp que le envió gente que quería
participar y de artistas del mundo de la música, la actuación y la pintura que
fueron convocados para este proyecto.
Para conocer un poco más a Paola y su obra, la entrevisté en el atelier
donde da clases en Capital, allí me recibió con algunas de sus pinturas que
formaran parte de la muestra.
Romina: ¿Cómo fue tu infancia en relación a la pintura?
Paola: Yo dibujo antes que hablar y hablé
con nueve meses, así que pinto desde muy chiquita. Nací en Cuba, allí no había juguetes así que mi
mama me daba papel y lápiz para que me entretenga. Puedo decir que mi mamá
estaba encima todo el tiempo enseñándome las palabras, los números, a sumar, a
restar.
R: ¿Tenés hermanos?
P: Tengo un medio hermano 11 años mayor que yo, por parte de mi papá pero
no vivía con nosotros, así que me criaron como hija única. Cuando cumplí 5
años, nos mudamos a Alemania, luego a EUU y por último a España. Yo pasaba mucho tiempo solitaria y me
entretenía dibujando. Me daban un lápiz y papel y podían olvidarse de mí.
R: ¿A qué se dedicaban tus padres?
P: Mi mamá a los 15 años ya era maestra de física, una persona muy
estudiosa y que siempre le dio mucho valor a los estudios. Mi papa es
ingeniero. Pero más allá de sus profesiones son dos personas muy sensibles e
inquietas. Siempre me inculcaron la sensibilidad por el arte y cuando se dieron
cuenta que yo tenía esa aptitud la potenciaron.
R: ¿Con quiénes estudiaste dibujo y pintura?
P: Empecé siendo autodidacta. Cuando
cumplí 7 años, vivíamos en Valencia, España y allí me anotaron en una escuela de Bellas Artes
donde curse hasta los 17 años. Empecé a estudiar dibujo con carbonillas, con
pasteles, con tizas, me encantaba dibujar. En todo ese tiempo fui bastante reticente
a la pintura, cuando me dabas pinturas y pinceles me perdía, era un desastre. A
los 17 años tuve una etapa muy adolescente, medio rebelde y me dedique a hacer
visuales para fiestas electrónicas, grafitis, dejando de lado mi parte más estructurada
para dejar paso a mi parte más bohemia.
R: ¿Cómo llegó el óleo a tu vida artística?
P: Me casé con un argentino y me vine a vivir acá con él, yo llegué sin
familia mía, sin amistades cercanas, fue todo muy movilizador y me costó mucho
volver a encontrarme. En un momento retomé la pintura haciendo círculos con
acrílicos. Pintaba muchos círculos iguales y uno distinto, un poco como me
sentía yo, perdida adentro de una multitud. No me terminaba de lanzar con la
pintura. En ese momento conozco a Analía Galligani, que ahora es mi amiga y
curadora. Ella vino a mi casa y le mostré lo que estaba haciendo y me invito a
pintar junto con otras artistas al Hilton, fue la primera vez que hacía algo
fuera para el público. Me gustó la experiencia, a pesar de que soy muy tímida.
Yo quería encontrar en la pintura lo mismo que encontraba en el dibujo. Uno
siempre está en una búsqueda constante, aprendiendo de lo que haces y de los
errores que cometes en el camino, yo soy ávida de aprender. Me gusta mucho el
hiperrealismo y quería aprender más de esa técnica. Analia me recomendó a Leandro
Klapputh, y él me cambió la vida. Me enseño a dibujar con óleos, pintar directamente
desde la mancha, mirar el mundo de otra manera, mirarlo con manchas de color y
no con trazos. En ese momento me enamoré del óleo, de su plasticidad, de su
versatilidad.
R: ¿Tenés una rutina para pintar?
P: Suelo tener una rutina, porque la necesito. Yo pinto en un taller
vidriado, entonces entra una luz poderosa y me gusta aprovechar las horas de la
mañana, desde las 9 de la mañana hasta las 19 horas. Cuando se va la luz, pongo focos pero es una
luz muy amarilla, que desfigura todo, entonces la paleta la armo a la mañana y
cuando hay poca luz natural aprovecho a hacer retoques o plantear los cuadros.
R: ¿Cuál fue tu primera muestra en Argentina?
P: En el año 2016 presenté en el Centro Cultural Borges mi primera muestra
de retratos al óleo. Eran retratos de
grandes pintores, aquellos que admiraba, estaban Frida Kahlo, Salvador Dalí, Pablo Piccaso,
Andy Warhol, Torres Agüero, Da Vinci, Basquiat. La inauguración fue una performance,
cada cuadro estaba cubierto por una tela negra y había una persona que los
descubría mientras sonaba música relacionada con la época en la que vivieron
los artistas retratados.
R: ¿Cómo nació la muestra “Bocofonía”,
que consta de cuadros donde retrata distintas bocas al óleo y que está
próxima a inaugurarse?
P: El tema de pintar bocas nació por un estudio de color. Cada cuadro es un
estudio de técnica y de composición. Los que hacemos realismo copiamos fotos,
entonces muchas personas me tildan de poco original por eso, pero yo quiero
perfeccionar mi técnica para luego poder sacar cosas que tengo en mi imaginario
de la mejor manera posible, porque si controlo la técnica puedo obtener los
resultados que quiero.
Yo copio las fotos que me parecen bellas o que me dan ganas de pintar. La
primera boca que pinté es la que se muerde el labio y que yo llamo “Ansia”. Esa
boca la hice primero en miniatura. La segunda que hice fue la boca con el
chupetín. Cuando estaba trabajando en las bocas, me invitaron a una muestra y
en lugar de llevar las miniaturas decidí hacer las mismas en grande. Me copé
con los dibujos de las bocas y empecé a profundizar en eso para encontrarle un
sentido. Eso me llevó a recordar que cuando era niña mis compañeros se burlaban
de mi boca porque decían que la tengo grande. También mi mama me decía que si
bostezaba me iba a dar la vuelta de revés. Yendo a algo más general creo que con
la boca nos expresamos, nos alimentamos, nos besamos.
R: ¿Cómo está planteada la muestra “Bocofonía”?
P: Estamos en un mundo en que la gente necesita algo más que ir a ver los
cuadros colgados, así que pensé que al tratarse de cuadros de bocas, éstas
tenían mucho para decir. Yo escribo sobre filosofía y poesía, y en un primer
momento pensé en incluir en la muestra mis escritos. Pero luego pensé que era mejor abrir la
muestra para que la gente se exprese, en este caos que es el mundo donde la
gente está constantemente mandando audios, videos, etc. darles un espacio para
que sean escuchados. Así surgió la participación de la gente a través de
whatsapp, habilité un número para que la gente me envíe sus mensajes que van a
ser parte de la muestra. En las distintas pinturas se van a escuchar las voces
de las personas que participaron. La gente va a entrar a una sala totalmente
caótica pero cuando se acerquen van a escuchar otras cosas.
Recomendados de Paola
Un libro: La historia interminable de Michale Ende
Una canción: Alegría (Cirque du soleil)
Una obra de arte: Almendro en flor de Vincent Van Gogh
Una película: La vida de Pi
Excelente nota!!
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