Reseña: La fiebre (Teatro)
“La Fiebre” es una obra teatral
escrita y dirigida por Mariana Chaud e interpretada por Julieta Zylberberg. La
obra comienza con una chica llamada Azucena sentada en una reposera tomando una
cerveza. La puesta en escena nos sitúa en el caos, hay papeles tirados en el
piso como si fuera el fin de una fiesta, a un lado reposeras y en el otro
extremo dos carcasas de autos, que se parecen a los autitos chocadores de los
parques de diversiones de los años noventa. En el fondo del escenario cuelgan tiras
de luces de colores, que van modulando la tonalidad de acuerdo al relato. La
narración va y viene en el tiempo, como las personas que entran y salen de la
vida de Azucena. Entre ellas hay un tío que le da un lugar para vivir mientras
se rehabilita de su adicción, una hija que entregó al nacer pero que continúa
siendo parte de su vida, amigos ocasionales, un chico del que está enamorada
pero que la ignora y los amigos de la secundaria con quienes fantasea
encontrarse a lo largo de su caminata desde Padua hasta Once, siguiendo el
trayecto del tren Sarmiento. Pero su más fiel compañera es una tortuga llamada
Fiebre, que la acompaña en el trayecto y con quien dialoga. El deterioro de
años de consumo y la falta de cuidados entre otras cosas llevan a Azucena a la
imposibilidad de poder crear y sostener vínculos sanos, a los intentos de
suicidio y a la locura.
A través de este monólogo, Julieta
logra dar vida a la protagonista utilizando una serie de recursos que funcionan
perfectamente como el imitar algunos interlocutores cuando relata anécdotas, cantar
en vivo sobre grabaciones y hacer algunas coreografías combinadas con los
relatos. Una excelente actuación que nos lleva a reflexionar sobre la crueldad
del sistema y la falta de políticas públicas para que no haya más Azucenas,
para que antes de que se rompan alguien las abrace y las invite a tomar un
helado, parafraseando el texto de Mariana.
Reseña: Romina Soler (La ventana arte y cultura)
La ví y coincido con la reseña, que buena actuación y guión
ResponderEliminarLa escenografia es lo más, viajas al pasado
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