Entrevista a Fran Ruiz Barlett (Teatro)
Entrevistamos a Fran Ruiz Barlett, autor y director de la obra teatral “Lino y Leno”. Conversamos con Fran acerca de su vida, cómo se fue vinculando con el teatro desde pequeño y nos contó como nació Lino y Leno y muchas cosas más sobre esta maravillosa obra que pueden ver todos los lunes en El Método Kairós.
1.- ¿Cómo fue tu infancia?
Tuve una infancia dentro de ciertos parámetros
normales, mis padres son muy muy afectivos y con un hermano con quien tengo un
muy buen vínculo. Tratando de unir cabos con la obra Lino y Leno, que es una
suerte de expresión de mi alma, reconozco que durante mi infancia y los
estadíos de la primaria, había una sensibilidad algo pronunciada, donde no
tenía espacios para canalizar esa vulnerabilidad. No porque no tuviera a nivel
familiar esa disposición a poder hablar o transmitir lo que me pasaba, sino
como una cuestión de contexto, de un esquema muy fijo en los colegios donde
cada uno ocupaba un rol frente a su grupo de amigos. Yo jugaba muy bien a la
pelota y ese rol que ocupaba no me permitía sacar afuera ciertos aspectos de mi
sensibilidad, que durante el secundario terminaron encontrando su vía de
escape.
2.- ¿Cómo comenzó tu relación con el teatro?
Mi relación comienza desde muy pequeño porque mi mamá
y mi papá se conocieron en una clase de teatro, o sea que evidentemente era un
gusto que veía transfiriéndose en la familia. Cuando éramos chicos mis papás
nos llevaban mucho al teatro a mi hermano y a mí. También en el secundario el
teatro quedó en un segundo plano porque empecé a interesarme por la música como
canal de expresión. De todas formas nunca dejé de ir a ver teatro porque me
gustaba y, además, era algo que me vinculaba con mi papá y era un nexo conector
para hablar del arte.
3.- ¿Quiénes fueron tus maestros?
Creo que he tenido muchos maestros a lo largo de mi
vida, algunos más objetivos y otros más subjetivos. Por objetivos me refiero a
vínculos bilaterales, como por ejemplo con Carlos de Urquiza, a quien considero
mi gran maestro de teatro. Él, además, fue maestro de mi padre, por lo que
tiene una comprensión de la raíz familiar por haber acompañado a dos
generaciones. Es una persona que tomo como norte respecto a la comprensión del
arte independiente.
Manuel González Gil es otra persona con la que tuve el
lujo de trabajar como actor y como asistente de dirección y aprendí muchísimo
de cierta musculatura respecto a lo teatral. Después, tuve otros maestros más
subjetivos, que son aquellos con los que no tenés tanto vínculo o directamente
no tenés vínculo, pero que son faros en
cuanto a lo artístico, como Pompeyo Audivert o el flaco Spineta, maestros que
han condicionado absolutamente mi búsqueda, lo que escribo o cómo pienso.
4.- ¿Cómo comenzó el proyecto de "Lino y
Leno"?
Es un proyecto muy especial para mí. En principio, hay
algo de la búsqueda, yo venía de un par de años de escribir mucho teatro, por
esas razones del universo, cuestiones que uno no decide del todo y sin embargo
suceden. Empecé a reconocer ciertos atajos o ciertas zonas medio cristalizadas
de la escritura que no me estaban permitiendo desarrollar ciertos aspectos de
la creatividad. No estaba encontrando algo que trascienda la mano que escribe y
ocupe espacio en mi pecho y empecé a coquetear con la idea de buscar un
espectáculo donde el espectador complete el cuadro. Todo esto tenía que ver con
algo que me pasaba a mí como espectador. Escribir un material que requiera un
espectador activo que complete la información. Empecé a trabajar con un
universo beckettiano, con estos personajes Lino y Leno, atravesados por un absurdo pero a la vez muy
vinculado a lo emocional. La importancia de
la distracción de la mente para acceder al lenguaje de la emoción.
5.- ¿Cómo fue la elección de los actores?
Creo que respecto de la elección de los actores es
como te decía en la pregunta anterior, es algo que sucede. En mi visión del
arte hay algo vinculado a que el arte forma parte de una inteligencia mayor a
uno y terminás siendo un espectador omnisciente respecto de tus propias creaciones. Quique y Leo eran
los que tenían que ser Lino y Leno.
6.- ¿Cómo fueron los ensayos?
Los ensayos fueron muy
hermosos y desafiantes porque son dos actores que admiro profundamente. Fue un
proceso con cierto temor al principio hasta
que comprendí que, además de los enormes actores que son Quique y Leo,
son personas con una generosidad muy grande que se pusieron a disposición de
todas las pruebas que hicimos durante los ensayos. Entonces, algo en mi mente se sosegó y
empezamos a entender entre todos el juego que pedían estos personajes. Se trató
de una travesía hermosa pero larga, porque el texto no permite cambiar las
palabras, así que lo trabajamos como una partitura y fue muy interesante.
7.- ¿Cuáles son los desafíos de dirigir una obra
propia?
El mayor desafío de dirigir una obra propia creo que
es permitirte comprender que lo que propongan los actores va a ser mejor que lo
que uno tiene en la cabeza. Cuando uno escribe visualiza un esquema, que tiene
su propio movimiento, su propia partitura y el desafío está en comprender que
los actores van a traer una propuesta que no es la que uno imaginó y que de ese
encuentro va a surgir lo verdaderamente positivo.
8.- ¿Cómo definirías la obra?
Resulta difícil definirla, creo que en mi búsqueda de llegar a un
material de no tenga un borde tan claro, aparece la dificultad de la
definición. Más que una definición me resulta más interesante ofrecerle al
público una pregunta, si están, los espectadores dispuestos a abandonar el
entendimiento y a brindar su vulnerabilidad para que el cuadro se complete.
9.- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy escribiendo “Berni y Barton y el tripulante
ocioso” que es la parte dos de Lino y Leno. Estos dos personajes nuevos traen
un poco mas de información de ese universo apocalíptico y distópico. Estoy
ensayando una obra que se llama “El juego inicio” que es la precuela de “El
juego”. Escribiendo la segunda temporada de una serie que se llama “Privier”,
una serie de ciencia ficción, dirigida por Nicolás Tuozzo donde trabajan
Claudio Tolcachir, Mónica Antonópulos, Viviana Saccone y Alberto Ajaka, que se
filmó el año pasado. Continúo dando clases en Kairós dándole cause a la
autogestión.
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-Entrevista realizada por Romina Soler para La ventana arte y cultura-
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