Entrevista a Sofía González Gil (Teatro)

Entrevistamos a Sofía González Gil coautora y directora de la obra teatral “Así de simple. No alcanza solo con quererse”, que pueden ver en el Teatro Picadero los miércoles a las 21 horas.

1.- ¿Cómo nació la obra “Así de simple”?
Así de Simple surge de la necesidad de crear algo propio, de contar una historia que nos represente. Con Ignacio nos conocemos desde chicos, somos muy amigos, y a lo largo del tiempo tuvimos infinitas conversaciones acerca del amor, de los vínculos y de cómo el tiempo los modifica y los transforma. Ambos habíamos atravesado una separación intensa y teníamos ganas de hablar de eso. Nos parecía interesante plantear una separación que no sea por desamor, sino por otro montón de factores que obstaculizan a la hora de construir algo con otro.

2.- ¿Cómo fue el proceso de dramaturgia junto con Ignacio Bresso?
Era la primera vez que escribíamos una obra de teatro, no teníamos una técnica ya probada. Nos fue simple desde un inicio escribir en conjunto y unir las ideas de ambos. Fue un proceso de mucha prueba, error y aprendizaje. Y a lo largo de las seis temporadas que fue atravesando la obra, nos permitimos reescribirla muchas veces, porque nuestro pensamiento acerca del amor, de las parejas y los vínculos fue cambiando, y la obra fue creciendo con nosotros.

3.- Son dos personajes con seis actores, ¿Cómo nació esta original puesta en escena?
Esta idea de ramificar los pensamientos de Clara y de Joaquín, nace de la experiencia propia. De haber vivido en más de una ocasión, la lucha interna entre lo que se quiere decir y lo que finalmente se dice. Como si el impulso más primitivo estuviera filtrado por la ética, el cuidado hacia el otro, o el miedo a ser juzgado. Viviendo eso en carne propia y viéndolo también en los otros, se nos ocurrió esta idea de poder dividir el pensamiento en tres. Es una parte más emocional, impulsiva, romántica, a veces infantil, una parte más racional, fría, calculadora y una parte más social, que es la que pone filtro a todos esos sentimientos y los ordena para que el otro los reciba de la mejor manera. Por supuesto no siempre sale así de bien, uno no siempre ordena de buen modo lo que quiere expresar, y en esa desprolijidad se apoya gran parte del humor de la obra.

4.- ¿Cuál fue el mayor desafío de dirigir una obra que escribiste?
Al ser autora de la obra, sabía con claridad lo que quería contar. Cuáles eran las prioridades y dónde poner el foco. En ese sentido, me benefició conocer tan profundamente la historia y haber formado parte de todo el proceso de escritura. También tenía la libertad de modificar algún texto o eliminarlo, si a la hora de ponerle el cuerpo veíamos que no funcionaba. El desafío no fue tanto con el texto, sino más con los actores. Porque yo soy actriz y esta era la primera vez que me ponía del otro lado. Traté de usar mi experiencia como actriz a favor, tener en claro que es lo que se quería contar y trabajar con los actores en un ida y vuelta creativo que nos permitiera disfrutar a todos el proceso y contar la obra de una manera que nos representara y gustara.


5.- ¿Cómo fue la elección de los actores?
Los actores los conocía de distintos lugares, con algunos había compartido clases, a otros los había ido a ver a alguna obra y me había gustado su trabajo. La mayoría de ellos no se conocían entre sí. Con el pasar de las temporadas el elenco se fue modificando, algunos actores se fueron del equipo y se fueron sumando otros. Siempre se completó el elenco con actores a los que admiro, por haber trabajado anteriormente con ellos o por haberlos visto en algún trabajo que me haya atrapado.

6.- ¿Cómo se desarrollaron los ensayos?
El libro estuvo escrito por completo antes de iniciar los ensayos, por lo tanto no hubo mucho proceso de improvisación e investigación. Con el texto que ya había estado revisado y reescrito varías veces, tratamos de poner en pie las ideas que el texto ya proponía. Por supuesto a ese proceso se le sumó la propuesta de cada actor a la hora de explorar su personaje, y el trabajo en conjunto de identificar cuando el texto nos beneficiaba y cuando nos obstaculizaba. Tratamos de estar siempre abiertos a la idea de que el texto se pueda modificar a nuestro favor y no al revés. La puesta en escena fue compleja porque los seis actores están constantemente en el escenario y porque al representar todos diferentes partes de una misma pareja, la idea era que se los escuche como si hablaran a la vez pero que el espectador pueda identificar claramente que dijo cada uno. Ese efecto, en el que parece que todas las voces hablaran al mismo tiempo y sin embargo se entienda todo, llevó mucho tiempo, mucho ensayo y mucha coordinación.

7.- ¿Cómo definirías la obra y por qué el título “Así de simple”?
La obra habla de los vínculos, del amor, del desamor, del paso del tiempo y del desgaste. De dos personas que se conocen y se desconocen constantemente. La historia cuenta una separación, una pareja que no pudo seguir funcionando, no por falta de amor, sino por otro montón de razones que no les permitieron permanecer juntos. Creo que lo original de esta propuesta es que se muestra en paralelo lo que el personaje siente, lo que quisiera decir, lo que termina diciendo, lo que el otro recibe, lo que el otro hubiera querido recibir y cómo terminó reaccionando. Nos permite ver todos los pensamientos en paralelo de situaciones que todos vivimos alguna vez, por eso produce tanta identificación, porque hablamos de convivencia, de peleas, de enamoramiento, de desborde, de desacuerdos y de acuerdos. Contamos estos temas que nos resuenan a todos con mucho humor, proponiendo reírse de uno mismo y de la complejidad de las relaciones. Y de ahí el título de la obra, ironizando la complejidad que tiene encontrarse con otro y coincidir en el deseo. Ojalá fuera más simple.

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