Reseña: Las cosas maravillosas (Teatro)

 


Fui a ver Las cosas maravillosas y hoy vengo a recomendárselas. Este unipersonal creado por los británicos Duncan Macmillan y Jonny Donahoe en 2013, tiene como premisa que sea interpretado por actores y actrices durante temporadas limitadas de entre seis y doce semanas. En Argentina la obra es dirigida por Mercedes Scápola y yo fui a ver la función con Florencia Otero. Para mí se trata de una experiencia teatral porque el público participa activamente durante la función. Todo gira en torno a una lista de cosas maravillosas que la protagonista escribe desde que era pequeña y que iremos conociendo a medida que se desarrolla la obra. La narradora nos va contando escenas puntuales de su vida que la marcaron y que se relacionan con el vínculo con sus padres, con sus maestras, amigos y personas que se cruzó a lo largo de su vida. Es inevitable que mientras ves la obra pienses en cuál es tu lista de cosas maravillosas, aquellas que disfrutas, las que te dan placer, que pueden ser desde ver atardeceres en una playa, comer helado o aquella canción que cantas una y otra vez en vos alta mientras te duchas. La obra comienza con la frase “Una lista de todas las cosas maravillosas que hay en el mundo. Todo aquello por lo que vale la pena vivir”.

Muy tempranamente descubrimos que la protagonista tiene una intención puntual al escribir la lista, y se trata de salvar a su mamá de la depresión. Con la ayuda del público que se pondrá en el papel de personas que acompañaron la vida de la protagonista irán transcurriendo las escenas, hay mucho juego y cada función será distinta de acuerdo a la química que aparezca entre los participantes y la actriz así como el público que acompaña con sus risas y con sus lágrimas. Las cosas maravillosas aborda cuestiones de salud mental y la importancia de los vínculos, de la escucha y las palabras.  

Las cosas maravillosas se presenta todos los jueves y viernes a las 22 horas en el Multiteatro (Avenida Corrientes 1283).

Comentarios