Tiempos que corren (Teatro)


Utilizando como únicos elementos escenográficos tres percheros repletos de ropa, doce jóvenes artistas de circo hilvanan una catarata de escenas físicas disparando originales situaciones.



En Tiempos que corren los roles son reversibles e intercambiables como el vestuario de los personajes. Las personalidades se superponen como capas de ropa y los percheros modifican la geometría del espacio reemplazando a los elementos habituales del circo.



Tiempos que corren es un juego acrobático con un sin fin de prendas de vestir que se comportan como una piel intercambiable que limita o potencia, que avergüenza o desinhibe, que disfraza o desenmascara.

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